"La auténtica felicidad, la libertad de sentir"

"La auténtica felicidad, la libertad de sentir"

Entre cada beso, una "R"

Había llegado mi momento, habías llegado tú.
Llegaste con las ganas esperanzadoras de quererme, de abrazarme, y de cruzar el mar junto a mi. Nunca había deseado más que llegases. Tu sonrisa hace que cada día sea menos duro, y mucho más felices de los que podría imaginar. Me miras a los ojos y me dices que me quieres, y justo cuando te despides de mi al dejarme en el portal, te robo un beso e impido que te vayas. Te doy otro beso en la sonrisa y te miro fijamente a los ojos. - Te quiero. - te digo sin que la mirada se aparte un minuto de esos ojos marrones color café que se han quedado clavados desde el momento que te conocí. - Has llegado en el momento oportuno y no quisiera que fueras nunca. - dije seguidamente sin quitarle mis brazos de su cuello. Tenía tantas ansias de besarle bajo el cielo infinito. Era tarde, tuvo que despedirse como cada noche. Le quiero. Volverá mañana, a la misma hora, nos encontraremos, y entonces... yo siempre le querré.


Hace millares de años que las personas se buscan
y de encuentran.

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