Diario - 18 primaveras.

18 primaveras cuentan mi vida. Cuentan lo que guardo en cada esquina de estas cuatro paredes que me rodean, a pesar de escucharme me entienden. Lo siento, sé que lo siento. Tan cerca y a la vez tan lejos. Momentos que he vivido se me han quedado como una señal más en mi mente, formando cicatrices en el corazón que poco a poco he ido reformando con pegamento. Puede que en la vida te den a elegir, entre vivir o sobrevivir, y que en este país sea de todo un poco, por lo tanto, sé feliz. Lo que más me aterra no es vivir, si no que después de morir me reencarne en una de esas vidas que de ser tan ricos, sólo tienen dinero.
Elige quien quieres ser, no lo quieren que seas. Yo no sé vivir, estoy improvisando y con estos dieciocho años, es una nueva oportunidad para dar a conocerme al cien por cien, dejando retratos de mi vida en cada lugar allá donde vaya. Quiero tanto perderme como encontrarme. Necesitaré la ayuda de mi corazón de diamante, que por tanto tiempo había dejado de sentir para darle hueco a un mundo nuevo. Diamante de color rojo situado en tu pecho izquierdo, sintiendo como se crea espasmos y sintiendo sus quejas. "Tranquilo, amigo, estamos bien, que si nos hacen daño, nos vengaremos de él" .  Habían tantos momentos de amargura, pero a la vez tantos momentos de alegría, ¿dónde vivía? Desde luego que en mi mundo.